Septiembre...
Escribo en medio del intenso oleaje de la maternidad.
Mi pequeña ya tiene un mes y medio y está como un bollito relleno de leche, nada más cerca de la realidad. Qué bonita e intensa es la lactancia, la maternidad…
Esta noche ha sido intensa pero la hemos transformado en muy bonita. La pequeña se ha desvelado a las 4 am y no quería dormir más, esta noche ha sido luna nueva, no se si por eso estaba tan activa... y he decidido salir a la calle a ver las estrellas con ella, se veían perfectas, su primera vez viéndolas, creo que le ha encantado.
Sus hermanos están en una época muy muy divertida, no paran de jugar entre ellos y, aunque hay momentos de peleas, de celos, de pérdida de control… cada día pienso que no puedo ser más afortunada de tenerles y de que estén bien, de poder también tener la fuerza de estar bien para ellos y para mi. Creo que cuando me haga “mayor” siempre recordaré estos momentos como los mejores de mi vida, me gustaría congelarlos, coger a mis pequeños y no dejar de abrazarles, mirarles y olerles…
Estoy feliz con Tomi, cada día estamos más alineados, es el mejor padre que podría pedir para mis niños, es muy cariñoso con ellos, le encanta hacer deporte con ellos y se le cae la baba cada vez que comparte su tiempo con ellos, ese vínculo tan tan importante que construir los primeros años de sus vidas y que muchos echamos en falta… cómo se remueve todo cuando eres padre... uff... la vida siempre te enseña y te desafía tanto... y ahí es cuando el yoga tiene lugar (no dejamos de practicarlo, eso sí, fuera de la esterilla...jajaj).
Tomi y yo seguimos construyendonos como pareja, 12 años después de esa loca noche en la discoteca Mombassa Tarifa (quien nos lo diría). Cada reto nos hace crecer, cada vez más humanos, transitando (como nos gusta decir en yoga) nuestras luces y nuestras sombras y tomándolas siempre como un nuevo aprendizaje. Cada día le quiero y entiendo más. Las relaciones son difíciles pero son un gran regalo también. El yoga, la filosofía y nuestras largas conversaciones son nuestra mejor terapia, nos ayudan a tener más sabiduría, empatía, amor y perdón entre nosotros.
Cambiando de tema, también os quería contar que hace un par de semanas terminó el retiro semanal que hago cada año con mis alumnos de la formación de profesores de yoga. Para mi ha sido un super reto desde que me enteré que estaba embarazada y que iba a tener que ir con un bebecito de 3 semanas a atender a un gran grupo. Soltando y la vez atando cada hilo, confiando pero también sabiendo que nunca tendremos el control sobre nada, organicé todo para que fuera lo mejor posible, pedí ayuda a dos profes extra y ha sido el retiro más grande que he organizado hasta ahora: 46 alumnos, wauuuuuu increíble, no?
No puedo describir con palabras todo lo vivido, si lo queréis ver, os dejo el enlace del video que es pura magia: https://www.youtube.com/watch?v=y2SBtQiPYKg
Cada alma que se acerca en tu vida te toca de alguna forma, y estos retiros siempre transforman alguna parte de mi. Gracias por vuestra confianza en dejarme formar parte de este camino tan intenso y bonito que es entender y practicar yoga de forma integral.
Como ya os dije, este año no haré formación presencial con retiro, pero sí online con tutorías en directo. Aquí tienes la info: https://www.theclassyoga.com/formacion/
La próxima convocatoria es el 1 de diciembre, pero si te apetece te puedes antes escribiéndonos y te decimos cómo.
Recordar a los nuevos por aquí que en la web https://www.theclassyoga.com tienes más de 400 clases de yoga completas para practicar desde casa con estilos de yoga de casi todo tipo y con profes muy buenos, y conmigo ;)
Ya para terminar, contarte que acabamos empezar con el Instagram de @yogaembarazadascom donde contaremos muchas cositas interesantes sobre la nueva app de yoga para embarazadas https://www.yogaembarazadas.com, así que si quieres compartir el contenido con otras mamas me haría mucha ilu. Esta semana hablarwmos sobre las fases del parto.
Seguiré escribiendo con las novedades y reflexiones.
Muchas gracias por vuestro apoyo y confianza siempre.
Un abrazo grande,Lucía
